Una
de las maneras en las que la sociedad trata de fomentar un pensamiento más
ecológico hacia las personas es a través del cine; con filmes que tratan temas
ecológicos, ya sea que se mencione levemente o que muestren casos extremos, se
espera que el público desarrolle una conciencia ambiental, pero ¿son estas
películas tan fieles a la causa que profesan?
¿Qué
tan ecológico es el proceso de creación de una película? Obviamente los
materiales utilizados varían de producción a producción, pero en promedio se
puede decir que:
- Se requiere al menos una planta
de luz le diesel para iluminar los sets durante toda la filmación, estamos
hablando de entre 16 a 20 horas al día, 6 días a la semana, durante meses.
-
Durante
toda la filmación se transportan equipo de grabación de una locación a otra.
-
Se
utilizan diariamente uno o varios paquetes de papel bond para la impresión de
guiones
- Y, aunque tal vez no sea
exclusivamente de las películas, durante la producción se utilizan millares de
vasos y botellas desechables para el consumo de café y agua, para cada persona
dentro de la grabación.
Todos
estos factores contribuyen a la contaminación, pero tal vez la que más afecta
al ambiente son las explosiones controladas para la filmación de películas de
acción, la demolición de edificios o la construcción de sets con el único
propósito de explotar en una escena futura.
Efectos
especiales explosivos, monumentales decorados de usar y tirar, espectaculares
persecuciones e industriales generadores eléctricos para rodar exteriores
forman parte casi rutinaria de la multimillonaria industria del cine y
televisión que radica mayormente en Hollywood.
En
el año 2006 un estudio realizado por el Instituto de Medio Ambiente de UCLA,
atribuía a Hollywood unas emisiones anuales de 140,000 toneladas métricas de
partículas de ozono y diesel, haciéndola protagonista estelar de los altos
niveles de contaminación acumulados en el Estado de California. ¿De verdad
existen las producciones ecológicas a la hora de filmar una película?
Tomemos
como ejemplo El día después de mañana
(2004), fue un éxito que generó más de 654 millones de dólares en taquillas
y ventas en DVD, así mismo se estima que generó 10 000 toneladas de dióxido de
carbono durante su rodaje. Los productores invirtieron 200 000 dólares en la
plantación de árboles para compensar su daño, pero ¿Son suficientes?
Ante
situaciones como estas compañías como Walt Disney han creado campañas de
concienciación ambiental: “Friends for a Change: Project Green” busca crear
conciencia en los jóvenes acerca de estos sucesos; desafortunadamente no todas
las compañías han intentado hacer un cambio.
Otro
ejemplo a mencionar es el de Warner Bros., compañía que demolió sus antiguas
instalaciones y en el 2009 construyó nuevas, el Studio 23. Reutilizaron más del
90% de los residuos de demolición, evitando que unas 2000 toneladas de estos se
desperdiciaran, e instalaron paneles solares para la obtención de 600
kilovatios.
Por
su parte la 20th Century Fox hizo caso omiso a los reglamentos de protección de
espacios naturales y en el 2000 arrasó la playa de la isla de Phi Phi donde fue
rodada su película The Beach.
Como
podemos apreciar, a pesar de sus intentos por crear conciencia en las personas,
todo el proceso que rodea al cine genera más contaminación que el alcance de
sus mensajes ambientales. En nuestras manos esta reflexionas acerca de estos aspectos
y decidir de qué manera podemos actuar para remediarlos.
Colaboradores:
Equipo 6
Equipo 6
- Hilda Nallely Cardoso Estrada
- Zayra Samantha Ruiz García
- Diana Paulina Cortés Farías
- Jorge Alberto Sierra Espino
- Juan Mattei Haga
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