Hoy en día los niveles de contaminación en
nuestro planeta son preocupantes. Se ha llegado a un punto en el que recurrir a
tratados internacionales y regular la actividad industrial en los diferentes
países es una necesidad, que como ya se mencionó en la aportación anterior, no
recibe la prioridad ni atención pertinente.
Aun viviendo en una sociedad que es día a día
más consciente acerca de la importancia de una cultura ecológica, los problemas
ambientales que deberían tratarse a fondo pasan a segundo plano frente a los
diferentes intereses de las industrias y corporaciones. Un claro ejemplo de
esto fue el documental presentado en clase. Es increíble cómo se ha conformado
una cultura de consumo tan inmensa que un área tan básica, como lo es la
industria alimentaria, ha perdido todo rastro de ética profesional.
En el video se mencionan un gran número de
ejemplos de cómo el proceso de producción de alimentos ha sido modificado de
manera negativa en las diferentes etapas que lo conforman. La producción en
masa hace que los productos sean alterados inclusive antes de llegar a las
fábricas. Tanto la alimentación de los animales que se consumen, como los
componentes de frutas y vegetales, han sido modificados a tal grado que los
artículos que son comprados en los supermercados podrían significar la muerte
de muchas personas.
Algunos nombres de grandes y conocidas
corporaciones figuran en la lista de quienes están detrás de esta enorme sombra
que proyecta la industria alimentaria. Cadenas como McDonald’s se coronan como
los mayores consumidores de carne y vegetales a nivel mundial. Surgió una
polémica en la que se le acusaba de la utilización de hidróxido de amoniaco en
la elaboración de sus hamburguesas. Esto fue respaldado en parte por una
campaña emprendida por el reconocido chef británico Jamie Oliver, quien
demostró que dicha cadena aprovechaba partes inservibles de la carne de la vaca
y las “lavaba” con el químico, el cual es usado para la limpieza y es peligroso
para la salud; de esta manera, estas partes se adaptaban para el consumo
humano. Luego de un tiempo, esta demanda obligó a McDonald’s a abandonar el uso
de hidróxido de amoniaco; la cadena negó que esta decisión haya sido tomada a
consecuencia de las acusaciones hechas por el chef.
En 1987 la compañía Irlandesa Irish Board
vendió un aproximado de 80,000 toneladas de leche en polvo Linconsa a la
CONASUPO de Veracruz, México para ser repartida a personas de bajos recursos.
Lamentablemente este cargamento estaba infectado de la radiación proveniente de
Chernobyl que se extendió por Europa al paso de los años, el consumo de la
leche causó una epidemia de leucemia y, al paso de los años, cáncer dentro de
los menores de la población.
Una investigación del producto dio a conocer
que la leche en polvo tenía valores dañinos de estroncio y cesio, y que debía
ser prohibida a menores y a mujer embarazada; no obstante, las autoridades
mexicanas hicieron caso omiso a las declaraciones y la leche Liconsa
proveniente de Irlanda se sigue repartiendo hoy en día por territorio Mexicano.
Apenas el año pasado se divulgaba la noticia de
que salsas picantes procedentes de México contaban con niveles de plomo
peligrosos para la salud. Entre estas marcas figuraban cuatro nombres: la Salsa
Picante de Chile Habanero, El Pato Salsa Picante, Salsa Habanera y Búfalo Salsa
Clásica. Por su parte en 2006, el dulce “Pulparindo” de Dulces de la Rosa
también fue puesto en alerta de consumo por contener plomo.
El caso de la empresa Monsanto es uno que
simplemente horroriza al ser analizado con cuidado: patentan semillas y se les
modifica genéticamente para que se conviertan en las famosas “death seeds”.
Éste producto de laboratorio es una semilla que evita la generación de nuevo
producto de la planta misma, volviendo a la planta en cuestión estéril; por
consiguiente, la compañía se convierte de inmediato en el único proveedor del
sembradío en cuestión.
¿Por qué simplemente no aislarse de empresas
con moral laboral tan cuestionable? La transmisión de sembrado a sembrado se
vuelve un verdadero problema. Si a un granjero, que evidentemente no se
encuentre asociado a la empresa, se le encuentra semillas de dicha calaña, la
persona en cuestión se meterá en serios líos. La patente misma protege a la
planta y dichos corporativos no dudan en enfrascar a la persona en largos y
extendidos juicios que, fuera de probar o no los hechos, tienen un respaldo
económico tan fuerte y cuentan con tácticas bien practicadas de intimidación…
que simplemente el hombre del campo se ve en una guerra que no puede ganar.
Lamentablemente, el riesgo del uso
desconsiderado de los alimentos transgénicos no se detiene ahí. Bien dice el
dicho “el camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones”, y como
toda idea, algún origen noble debió haber tenido esta implementación
tecnológica: es el ego del hombre quien erra. Cuando la salud de la población
puede verse comprometida por prácticas poco éticas, y especialmente en un
sector tan delicado como las industrias alimentarias, ya se habla de un serio problema donde las
ganancias se anteponen ante los derechos básicos humanos. No solamente el caso
de la E. Coli O57 en EE.UU. ha traído muertes de infantes, sino que se han
desatado riesgos potenciales. El caso de Prodigene es uno muy sonado: en el
2002, restos de un previo campo de maíz contaminado se mezclaron con sembradíos
de soya que estaban destinados para hamburguesas vegetarianas y fórmula
infantil. Afortunadamente, la FDA tomó cartas en el asunto y ordenó que se
erradicara por completo ese producto; sin embargo, es preocupante que
corporativos de tanto poder puedan salirse con la suya al hacer mezclas y poner
en riesgo al consumidor.
Para finalizar, compartimos un video, en el cual se
muestra un “comercial” sobre la muy conocida compañía de Coca-Cola el cual fue
hecho por personas no asociadas con la compañía para crear conciencia sobre las
consecuencias del consumo de estas bebidas.
En el video se habla
con toda honestidad sobre cómo ha influido en el aumento de la obesidad en los
Estados Unidos y de cómo, a pesar de contar con diversas opciones “sin azúcar”,
el consumo de sus productos sigue jugando un papel importante en la incidencia
de diabetes y otros problemas de salud por su alto contenido en calorías y
azúcares difíciles de digerir.
Literalmente se dice
que si quisiéramos llevar una vida saludable, no deberíamos consumir los
productos de dicha compañía, inclusive al final se menciona de modo directo que
el producto está matando a las personas lentamente, ocasionando enfermedades tras
su consumo frecuente y que la solución más obvia y sencilla sería dejar de
tomar estas bebidas. A pesar de todo esto, de campañas y publicidad como esta
¿por qué seguimos bebiendo algo que sabemos que nos hace tanto daño como un
veneno?
Este comercial es
algo parecido a las advertencias en las cajetillas de cigarros. A pesar de que
sabemos el daño que nos hace se siguen comprando y vendiendo en grandes
cantidades y por todo el mundo, estando conscientes de lo que ocasiona su
consumo al parecer el dinero que generan es más importante que la salud de las
personas.
Fuentes:
- http://www.sinembargo.mx/28-07-2013/698620
- http://www.fas.org/biosecurity/education/dualuse-agriculture/2.-agricultural-biotechnology/prodigene-incident.html
- http://www.youtube.com/watch?v=srugIZ6tDgY
Colaboradores:
Equipo 6
Equipo 6
- Hilda Nallely Cardoso Estrada
- Zayra Samantha Ruiz García
- Juan Mattei Haga
- Diana Paulina Cortés Farías
- Jorge Alberto Sierra Espino
No hay comentarios.:
Publicar un comentario