domingo, 16 de febrero de 2014

Falta de ética en la industria alimentaria



Hoy en día los niveles de contaminación en nuestro planeta son preocupantes. Se ha llegado a un punto en el que recurrir a tratados internacionales y regular la actividad industrial en los diferentes países es una necesidad, que como ya se mencionó en la aportación anterior, no recibe la prioridad ni atención pertinente.
Aun viviendo en una sociedad que es día a día más consciente acerca de la importancia de una cultura ecológica, los problemas ambientales que deberían tratarse a fondo pasan a segundo plano frente a los diferentes intereses de las industrias y corporaciones. Un claro ejemplo de esto fue el documental presentado en clase. Es increíble cómo se ha conformado una cultura de consumo tan inmensa que un área tan básica, como lo es la industria alimentaria, ha perdido todo rastro de ética profesional.
En el video se mencionan un gran número de ejemplos de cómo el proceso de producción de alimentos ha sido modificado de manera negativa en las diferentes etapas que lo conforman. La producción en masa hace que los productos sean alterados inclusive antes de llegar a las fábricas. Tanto la alimentación de los animales que se consumen, como los componentes de frutas y vegetales, han sido modificados a tal grado que los artículos que son comprados en los supermercados podrían significar la muerte de muchas personas.
Algunos nombres de grandes y conocidas corporaciones figuran en la lista de quienes están detrás de esta enorme sombra que proyecta la industria alimentaria. Cadenas como McDonald’s se coronan como los mayores consumidores de carne y vegetales a nivel mundial. Surgió una polémica en la que se le acusaba de la utilización de hidróxido de amoniaco en la elaboración de sus hamburguesas. Esto fue respaldado en parte por una campaña emprendida por el reconocido chef británico Jamie Oliver, quien demostró que dicha cadena aprovechaba partes inservibles de la carne de la vaca y las “lavaba” con el químico, el cual es usado para la limpieza y es peligroso para la salud; de esta manera, estas partes se adaptaban para el consumo humano. Luego de un tiempo, esta demanda obligó a McDonald’s a abandonar el uso de hidróxido de amoniaco; la cadena negó que esta decisión haya sido tomada a consecuencia de las acusaciones hechas por el chef.
En 1987 la compañía Irlandesa Irish Board vendió un aproximado de 80,000 toneladas de leche en polvo Linconsa a la CONASUPO de Veracruz, México para ser repartida a personas de bajos recursos. Lamentablemente este cargamento estaba infectado de la radiación proveniente de Chernobyl que se extendió por Europa al paso de los años, el consumo de la leche causó una epidemia de leucemia y, al paso de los años, cáncer dentro de los menores de la población.
Una investigación del producto dio a conocer que la leche en polvo tenía valores dañinos de estroncio y cesio, y que debía ser prohibida a menores y a mujer embarazada; no obstante, las autoridades mexicanas hicieron caso omiso a las declaraciones y la leche Liconsa proveniente de Irlanda se sigue repartiendo hoy en día por territorio Mexicano.
Apenas el año pasado se divulgaba la noticia de que salsas picantes procedentes de México contaban con niveles de plomo peligrosos para la salud. Entre estas marcas figuraban cuatro nombres: la Salsa Picante de Chile Habanero, El Pato Salsa Picante, Salsa Habanera y Búfalo Salsa Clásica. Por su parte en 2006, el dulce “Pulparindo” de Dulces de la Rosa también fue puesto en alerta de consumo por contener plomo.
El caso de la empresa Monsanto es uno que simplemente horroriza al ser analizado con cuidado: patentan semillas y se les modifica genéticamente para que se conviertan en las famosas “death seeds”. Éste producto de laboratorio es una semilla que evita la generación de nuevo producto de la planta misma, volviendo a la planta en cuestión estéril; por consiguiente, la compañía se convierte de inmediato en el único proveedor del sembradío en cuestión.
¿Por qué simplemente no aislarse de empresas con moral laboral tan cuestionable? La transmisión de sembrado a sembrado se vuelve un verdadero problema. Si a un granjero, que evidentemente no se encuentre asociado a la empresa, se le encuentra semillas de dicha calaña, la persona en cuestión se meterá en serios líos. La patente misma protege a la planta y dichos corporativos no dudan en enfrascar a la persona en largos y extendidos juicios que, fuera de probar o no los hechos, tienen un respaldo económico tan fuerte y cuentan con tácticas bien practicadas de intimidación… que simplemente el hombre del campo se ve en una guerra que no puede ganar.
Lamentablemente, el riesgo del uso desconsiderado de los alimentos transgénicos no se detiene ahí. Bien dice el dicho “el camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones”, y como toda idea, algún origen noble debió haber tenido esta implementación tecnológica: es el ego del hombre quien erra. Cuando la salud de la población puede verse comprometida por prácticas poco éticas, y especialmente en un sector tan delicado como las industrias alimentarias,  ya se habla de un serio problema donde las ganancias se anteponen ante los derechos básicos humanos. No solamente el caso de la E. Coli O57 en EE.UU. ha traído muertes de infantes, sino que se han desatado riesgos potenciales. El caso de Prodigene es uno muy sonado: en el 2002, restos de un previo campo de maíz contaminado se mezclaron con sembradíos de soya que estaban destinados para hamburguesas vegetarianas y fórmula infantil. Afortunadamente, la FDA tomó cartas en el asunto y ordenó que se erradicara por completo ese producto; sin embargo, es preocupante que corporativos de tanto poder puedan salirse con la suya al hacer mezclas y poner en riesgo al consumidor.
Para finalizar, compartimos un video, en el cual se muestra un “comercial” sobre la muy conocida compañía de Coca-Cola el cual fue hecho por personas no asociadas con la compañía para crear conciencia sobre las consecuencias del consumo de estas bebidas.
En el video se habla con toda honestidad sobre cómo ha influido en el aumento de la obesidad en los Estados Unidos y de cómo, a pesar de contar con diversas opciones “sin azúcar”, el consumo de sus productos sigue jugando un papel importante en la incidencia de diabetes y otros problemas de salud por su alto contenido en calorías y azúcares difíciles de digerir.
Literalmente se dice que si quisiéramos llevar una vida saludable, no deberíamos consumir los productos de dicha compañía, inclusive al final se menciona de modo directo que el producto está matando a las personas lentamente, ocasionando enfermedades tras su consumo frecuente y que la solución más obvia y sencilla sería dejar de tomar estas bebidas. A pesar de todo esto, de campañas y publicidad como esta ¿por qué seguimos bebiendo algo que sabemos que nos hace tanto daño como un veneno?

Este comercial es algo parecido a las advertencias en las cajetillas de cigarros. A pesar de que sabemos el daño que nos hace se siguen comprando y vendiendo en grandes cantidades y por todo el mundo, estando conscientes de lo que ocasiona su consumo al parecer el dinero que generan es más importante que la salud de las personas.

Fuentes:

Colaboradores:
Equipo 6
  • Hilda Nallely Cardoso Estrada
  • Zayra Samantha Ruiz García
  • Juan Mattei Haga
  • Diana Paulina Cortés Farías
  • Jorge Alberto Sierra Espino



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