¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar en la cantidad de eventos sociales a los que hemos acudido? Tal vez lo único que recordamos de ellos son los momentos agradables o incómodos que vivimos en esos instantes, sin embargo deberíamos traer a la memoria algo que realmente dejó huella para siempre a partir de aquellos días: los productos desechables utilizados para los alimentos y bebidas que ingerimos.
Lo cierto es que jamás pensamos en este tipo de cuestiones. Ni siquiera recordamos si en la fiesta pasada utilizamos un vaso o dos, o tres… Si se llevara un conteo personal de la cantidad de productos derivados del poliestireno expandible que utilizamos anualmente, nos sorprendería la verdad que revelarían estas cifras. Tanto así que sólo en México se producen aproximadamente 8 millones 500 mil toneladas de este material (según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor) que a su vez son utilizados mayormente para la creación de vasos y platos de unicel.
Pero esclarezcamos de donde provienen todos estos productos y su efecto tanto en el ambiente como en el organismo del ser humano. Los platos y vasos de unicel provienen del moldeo de perlas de poliestireno y para su producción se utiliza el mayor recurso no renovable de nuestro días, el petróleo, además de sustancias como el benceno y estireno, considerados como sustancias cancerígenas. Agreguemos a esto, el hecho de que no se degradan.
Aunque sus propiedades destructivas no acaban precisamente en lo arriba mencionado, pues dado el acelerado estilo de vida actual, muchas personas se ven obligadas a ser uso de estos productos (platos, vasos, etc.) para transportar sus alimentos al trabajo o escuela y mantenerlos en una temperatura adecuada o incluso el poco tiempo del que disponen los hace adquirir ciertos alimentos de fácil preparación los cuales a su vez están empaquetados en materiales de unicel. Este entorno favorece la aparición de dioxinas (compuestos químicos de elevada toxicidad) ya que al ser introducido un producto de este tipo al horno de microondas se contribuye a generar estas sustancias dañinas, que posteriormente se adhieren a los alimentos que terminan en nuestro cuerpo. Una vez dentro pueden permanecer en el organismo entre 7 y 11 años provocando problemas en la reproducción y desarrollo del ser humano, así como interferir con las hormonas y en última instancia, cáncer. Para más información acerca de las dioxinas dejaremos este enlace:
En Estados Unidos se utilizan anualmente 25,000 millones de vasos de poliestireno, la alta demanda de estos vasos se encuentra en el alto consumo de los habitantes en los establecimientos de comida rápida. ¡Que interesante!…nuestros hábitos alimenticios no solo nos afectan a nosotros sino también al medio ambiente. Pero esto no es todo, nuestra pereza ha llegado a tal límite que preferimos la destrucción de nuestro habitad en lugar de lavar simplemente una vajilla. La cultura que nos envuelve refleja esto, los desechables, son nada más que eso, se adquieren, se usan una vez por un mínimo de tiempo y se olvidan. Los queremos tanto por quitar de nuestras vidas la necesidad de realizar trabajos domésticos, que no pensamos en sus efectos.
Sería agradable decir que todo poliestireno expandible producido es igualmente reciclado, pero sabemos que eso no es cierto, aún estamos en proceso de crear medidas más eficaces que alcancen un mayor impacto y mientras eso ocurre, el fin de este tipo de productos es el medio ambiente, en el organismo de muchas especies animales que tienen como fin, la muerte.
Sin embargo enfatizar el problema y no hacer nada no generaría cambio, hablar sin participar no es actuar, por eso nuestra recomendación es que traten de no usarlos tan frecuentemente, y en caso de hacer uso de ellos trata de conseguir productos elaborados con materiales reciclables o 100% biodegradables. Eviten comprar unicel, pero si no hay más opción, no lo usen una vez y lo tiren a la basura, úsenlo mínimo dos veces más, y después de eso reutilícenlo igualmente que los vasos de plástico.
Una buena opción para reutilizarlos es decorarlos y hacer adornos con los vasos de plástico y con el unicel, pueden cortarlo en cachitos y usarlo para rellenar cajas si tienen algo frágil que guardar en ellas, o pueden buscar en internet páginas que darán buenas ideas de qué hacer con ellos como por ejemplo:
¡REFLEXIONEMOS!
Para todos es más ''fácil'' comprar una bolsa de desechables si tendremos una reunión informal (en este caso una bolsa de cada cosa, cubiertos, platos y vasos) así, después del caos no tendremos que ''perder'' tiempo en levantar el desastre generado. Si tan solo no fuéramos tan egoístas y pensáramos solo en nuestro beneficio de ''ahorrar tiempo'' podríamos, no cambiar el curso del planeta claro está, pero sí contribuir un poco, o un mínimo, a concientizarnos de lo que estamos haciendo a este nuestro hogar, el planeta tierra.
Equipo No. 4:
Brenda Alvarez
Eneyda Cruz
Alejandra Guerra
Gloria Martínez
Gerardo Silva
Marisa Villarreal
No hay comentarios.:
Publicar un comentario