domingo, 16 de febrero de 2014

Sobre: conciencia y sobrepoblación.


          El ser padres es una de las metas que algunas de las personas se forjan en la vida, pero esto conlleva a múltiples responsabilidades. La población va en aumento, y conforme esto sucede, también crecen las responsabilidades como individuo y como sociedad. ¿Crees que al extenderse la población, será fácil resolver todas sus necesidades? Si crees que si, estás equivocado.

Muchas de las necesidades, incluso las indispensables como la alimentación y la vivienda, son un poco alarmantes. Cada habitante nuevo, (si no es consciente de él mismo en primer lugar) deteriorará una pequeña porción del planeta que se le es otorgada, me refiero a cada lugar que este ser pisará, ya que sin un poco de consciencia social (porque afectará tanto a él como a los demás) y mucho de la mezquindad del ser humano, no le importará tirar en una banqueta la bolsa de papas que acaba de terminarse o la lata de refresco que se terminó, ni que decir de esas pequeñas envolturas de dulces que ''¿qué tanto pueden contaminar?'', ahora eso multiplicado por varios de los miles de millones que somos en este planeta, y los que vendrán.

Según cálculos de la ONU, la población mundial pasará de los 7.200 millones de personas que hay en la actualidad, a 9.100 millones en 2050. Con esto, se espera que la demanda de alimentos continúe creciendo como resultado de este incremento demográfico.

Las áreas verdes son elementos importantes del espacio urbano que ofrecen una barrera contra el ruido y la contaminación. En los últimos años, hablando solamente de México, se han desalojado muchas de estas con el fin de hacer nuevos fraccionamientos para la población, dando como resultado el aumento de la temperatura, escasez de lluvia, vientos fuertes y menor filtración de agua en ciertos puntos del país, sin contar todo lo que afecta a nuestra salud llevar a cabo estos lugares. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 10 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, una realidad inimaginable en nuestros días, y como vamos, tampoco será en el futuro.

Por otra parte, una de las consecuencias de la sobrepoblación es el desequilibrio en la demanda de consumo, cuanto mayor sea el número de personas, se necesitarán más productos para satisfacer las exigencias de la población. Años atrás, se consideraba que había una mejor calidad en los alimentos ya que eran traídos directamente del campo, pero hoy en día, la mayoría de los alimentos que ingerimos son alimentos que contienen químicos, como los conservadores, que en las ultimas décadas se han vuelto indispensables, para que mientras son transportados hacia los diferentes lugares de un país o a otro, no fermenten o desarrollen algún tipo de microorganismo que pueda descomponerlos.

Como ya sabemos, en muchas partes del mundo las productoras de alimentos inyectan ciertas sustancias a las frutas para que crezcan más, o maduren más rápido para poder cubrir la demanda de la población. Sin embargo, también es cierto que todos estos químicos afectan a nuestra salud y a la naturaleza, pues para controlar las plagas que en ocasiones contraen las plantas, se utilizan fertilizantes que contiene sustancias tóxicas que ahuyentan, o matan, ciertos insectos que son muy importantes en el medio ambiente, como lo son las abejas que polinizan las flores. A nadie de nosotros nos gustaría ver a nuestros familiares, o hijos en un mundo donde todos los alimentos sean genéticamente modificados, donde tengamos que consumir productos sintéticos, y esto para cubrir la demanda mundial.

Por otra parte, en la actualidad existen 842 millones de personas que se sufren de hambre crónica en todo el mundo, según datos de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), al parecer esta la cifra disminuyó en 26 millones desde 2010, sin embargo sigue siendo una cantidad muy elevada considerando también el número de toneladas de comida, que se desperdician anualmente (1,300 millones de toneladas), esto representa una tercera parte de lo que se produce en el mundo.

Hay un gran desequilibrio entre estas dos cuestiones, los países de Asía, África e incluyendo América, son los que sufren las consecuencias de una mala distribución en los productos alimenticios, mientras que en los países de primer mundo se están modificando y la calidad de estos disminuye, trayendo consigo consecuencias catastróficas.

Si ahondamos en el tema, es alarmante por donde quiera que lo veamos, pero no solo nos debería preocupar, sino ocupar, ¿en qué? en hacernos más conscientes de todo lo que hacemos y no hacemos, de que si no cuidamos este planeta ¿quién lo hará por nosotros?, sino lo hacemos ahora, entonces ¿cuándo?, después podría ser demasiado tarde, ¡cuídalo!.

Equipo No. 4:
Brenda Alvarez
Eneyda Cruz
Alejandra Guerra
Gloria Martínez
Gerardo Silva
Marisa Villarreal



Fuentes:

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