El
ser padres es una de las metas que algunas de las personas se forjan
en la vida, pero esto conlleva a múltiples responsabilidades. La
población va en aumento, y conforme esto sucede, también crecen las
responsabilidades como individuo y como sociedad. ¿Crees que al
extenderse la población, será fácil resolver todas sus
necesidades? Si crees que si, estás equivocado.
Muchas
de las necesidades, incluso las indispensables como la alimentación
y la vivienda, son un poco alarmantes. Cada habitante nuevo, (si no
es consciente de él mismo en primer lugar) deteriorará una pequeña
porción del planeta que se le es otorgada, me refiero a cada lugar
que este ser pisará, ya que sin un poco de consciencia social
(porque afectará tanto a él como a los demás) y mucho de la
mezquindad del ser humano, no le importará tirar en una banqueta la
bolsa de papas que acaba de terminarse o la lata de refresco que se
terminó, ni que decir de esas pequeñas envolturas de dulces que
''¿qué tanto pueden contaminar?'', ahora eso multiplicado por
varios de los miles de millones que somos en este planeta, y los que
vendrán.
Según
cálculos de la ONU, la población mundial pasará de los 7.200
millones de personas que hay en la actualidad, a 9.100 millones en
2050. Con esto, se espera que la demanda de alimentos continúe
creciendo como resultado de este incremento demográfico.
Las
áreas verdes son elementos importantes del espacio urbano que
ofrecen una barrera contra el ruido y la contaminación. En los
últimos años, hablando solamente de México, se han desalojado
muchas de estas con el fin de hacer nuevos fraccionamientos para la
población, dando como resultado el aumento de la temperatura,
escasez de lluvia, vientos fuertes y menor filtración de agua en
ciertos puntos del país, sin contar todo lo que afecta a nuestra
salud llevar a cabo estos lugares. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) recomienda 10 metros cuadrados de áreas verdes por
habitante, una realidad inimaginable en nuestros días, y como vamos,
tampoco será en el futuro.
Por
otra parte, una de las consecuencias de la sobrepoblación es el
desequilibrio en la demanda de consumo, cuanto mayor sea el número
de personas, se necesitarán más productos para satisfacer las
exigencias de la población. Años atrás, se consideraba que había
una mejor calidad en los alimentos ya que eran traídos directamente
del campo, pero hoy en día, la mayoría de los alimentos que
ingerimos son alimentos que contienen químicos, como los
conservadores, que en las ultimas décadas se han vuelto
indispensables, para que mientras son transportados hacia los
diferentes lugares de un país o a otro, no fermenten o desarrollen
algún tipo de microorganismo que pueda descomponerlos.
Como
ya sabemos, en muchas partes del mundo las productoras de alimentos
inyectan ciertas sustancias a las frutas para que crezcan más, o
maduren más rápido para poder cubrir la demanda de la población.
Sin embargo, también es cierto que todos estos químicos afectan a
nuestra salud y a la naturaleza, pues para controlar las plagas que
en ocasiones contraen las plantas, se utilizan fertilizantes que
contiene sustancias tóxicas que ahuyentan, o matan, ciertos insectos
que son muy importantes en el medio ambiente, como lo son las abejas
que polinizan las flores. A nadie de nosotros nos gustaría ver a
nuestros familiares, o hijos en un mundo donde todos los alimentos
sean genéticamente modificados, donde tengamos que consumir
productos sintéticos, y esto para cubrir la demanda mundial.
Por
otra parte, en la actualidad existen 842 millones de personas que se
sufren de hambre crónica en todo el mundo, según datos de la
Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), al
parecer esta la cifra disminuyó en 26 millones desde 2010, sin
embargo sigue siendo una cantidad muy elevada considerando también
el número de toneladas de comida, que se desperdician anualmente
(1,300 millones de toneladas), esto representa una tercera parte de
lo que se produce en el mundo.
Hay
un gran desequilibrio entre estas dos cuestiones, los países de
Asía, África e incluyendo América, son los que sufren las
consecuencias de una mala distribución en los productos
alimenticios, mientras que en los países de primer mundo se están
modificando y la calidad de estos disminuye, trayendo consigo
consecuencias catastróficas.
Si
ahondamos en el tema, es alarmante por donde quiera que lo veamos,
pero no solo nos debería preocupar, sino ocupar, ¿en qué? en
hacernos más conscientes de todo lo que hacemos y no hacemos, de que
si no cuidamos este planeta ¿quién lo hará por nosotros?, sino lo
hacemos ahora, entonces ¿cuándo?, después podría ser demasiado
tarde, ¡cuídalo!.
Equipo No. 4:
Brenda Alvarez
Eneyda Cruz
Alejandra Guerra
Gloria Martínez
Gerardo Silva
Marisa Villarreal
Fuentes:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario