Contaminación acústica
Existen cientos de problemas ambientales y es un orgullo
que cada vez haya más personas interesadas en combatirlos, pero probablemente
se le da más importancia a los más comunes, como lo son: la contaminación del
agua, el exceso de basura, mal uso de químicos, entre otros. Ante esto, es bien
sabido que la contaminación ambiental tiene su jerarquía, ya que hay problemas
ambientales más fuertes, dañinos y comunes que impactan gravemente al medio
ambiente. Pero como en todas las jerarquías se toman en cuenta cada uno de los
elementos que la conforman (o al menos es lo que se debería de hacer), ya que
cada uno de éstos es importante para un buen desarrollo, obviamente dependiendo
del ámbito. Mencionado lo anterior, la contaminación acústica se puede
encontrar, o eso se piensa, en lo medio o bajo de la jerarquía del centenar de
problemas ambientales, puesto esto, supongo que es porque muchas personas no
están informadas de lo que significa la contaminación ambiental, así como los
problemas y consecuencias que conlleva. Para esto, daré la definición tal cual
de lo que es la contaminación acústica.
“Según la Ley del Ruido (37/2003, de 17 de noviembre) la contaminación
acústica se define como la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones,
cualquiera que sea el emisor acústico que los origine, que impliquen molestia,
riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para
los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos significativos sobre
el medio ambiente.”
Tomando en cuenta esta definición, podemos asimilar que
el mundo moderno, junto con la globalización (aunque este ámbito suene tan
redundante en los temas de contaminación ambiental, es una realidad) nos han
traído una gran serie de actividades cotidianas que implican un gran generador
de contaminación acústica, aunque lamentablemente nos hemos convertido en
esclavos de tales actividades, porque las consideramos necesarias para vivir
(no se puede decir con certeza que sean necesarias, ya que en ningún momento
hemos tratado de dejarlas o por lo menos hacer un esfuerzo en reducirlas) por
lo tanto, la disminución de la contaminación acústica se puede ver en un
escenario muy lejano, más no imposible.
Habiendo entendido lo que es la definición de
contaminación acústica, lo siguiente será mencionar las consecuencias de ésta.
Este tipo de contaminación ambiental afecta más que nada a la vida silvestre,
pero al momento de afectar primeramente a esta, nosotros somos un objetivo
secundario. Para empezar la contaminación acústica, obviamente se sabe, afecta
la calidad auditiva de los seres humanos, pero en realidad afecta más a los
animales, ya que muchos de ellos se guían por medio de sonidos y vibraciones,
por ejemplo el apareamiento de aves, esto se refiere a que las aves emiten
sonidos para llamar a su pareja, pero al verse involucrado el ruido de la
modernidad, éstas tienen mayor dificultad en el apareamiento, lo que causa una
reducción de nuevas crías y por consecuente en un escenario muy negativo, pero
que ha llegado a ser verdad, la extinción de algunas especies. Y no solo en la
fauna, sino que afecta en la flora, al causar un conflicto en la polinización
de las plantas y la propagación de semillas.
Para esto hay solución, pero se tiene que empezar con
cambiar un poco nuestro hábitos y estilo de vida, mencionaré algunos ejemplos y
consejos: disminución del uso de automóviles, optando por utilizar el
transporte colectivo o “carpooling”, lo que es organizar a un grupo con un
mismo destino a usar un solo auto y rotándolo entre los participantes, así como
usar el claxon solo cuando sea necesario. Adaptar un silenciador en automóviles
y motocicletas. Reducir el volumen de la música en fiestas y reuniones, esto no
solo causa contaminación acústica, sino que agudiza el estrés y las disputas
entre vecinos. Establecer un horario estricto para obras públicas, utilización
de bocinas para negocios así como para música en fiestas, con este horario, el
medio ambiente podrá descansar al menos por cierto tiempo. El ruido apto para
que un humano lo tolere sin riesgo alguno es de 90 dB, por lo que se debería
crear una ley que prohíba el exceso de estos decibeles.
Tal vez sea difícil cambiar un estilo de vida, pero que
mejor cambiarlo a tiempo y por decisión propia para salvar al medio ambiente,
que tener que cambiarlo obligadamente a consecuencia de la destrucción de este
en un futuro.
Bibliografía
-Educa tu mundo, fundación Mapfre:
-Ayuntamiento de Madrid:
-Vida más verde, por una cultura sostenible:
Nancy Priscila Bruster Flores 1510507
Omar Alejandro Salazar Torres 1565954
Esmeralda Denisse Guajardo Ortega 1549874
Jonathan Javier Tello Jaramillo 1646204
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