domingo, 25 de mayo de 2014

Contaminación acústica



Contaminación acústica
Existen cientos de problemas ambientales y es un orgullo que cada vez haya más personas interesadas en combatirlos, pero probablemente se le da más importancia a los más comunes, como lo son: la contaminación del agua, el exceso de basura, mal uso de químicos, entre otros. Ante esto, es bien sabido que la contaminación ambiental tiene su jerarquía, ya que hay problemas ambientales más fuertes, dañinos y comunes que impactan gravemente al medio ambiente. Pero como en todas las jerarquías se toman en cuenta cada uno de los elementos que la conforman (o al menos es lo que se debería de hacer), ya que cada uno de éstos es importante para un buen desarrollo, obviamente dependiendo del ámbito. Mencionado lo anterior, la contaminación acústica se puede encontrar, o eso se piensa, en lo medio o bajo de la jerarquía del centenar de problemas ambientales, puesto esto, supongo que es porque muchas personas no están informadas de lo que significa la contaminación ambiental, así como los problemas y consecuencias que conlleva. Para esto, daré la definición tal cual de lo que es la contaminación acústica.
“Según la Ley del Ruido (37/2003, de 17 de noviembre) la contaminación acústica se define como la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones, cualquiera que sea el emisor acústico que los origine, que impliquen molestia, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos significativos sobre el medio ambiente.”
Tomando en cuenta esta definición, podemos asimilar que el mundo moderno, junto con la globalización (aunque este ámbito suene tan redundante en los temas de contaminación ambiental, es una realidad) nos han traído una gran serie de actividades cotidianas que implican un gran generador de contaminación acústica, aunque lamentablemente nos hemos convertido en esclavos de tales actividades, porque las consideramos necesarias para vivir (no se puede decir con certeza que sean necesarias, ya que en ningún momento hemos tratado de dejarlas o por lo menos hacer un esfuerzo en reducirlas) por lo tanto, la disminución de la contaminación acústica se puede ver en un escenario muy lejano, más no imposible.
Habiendo entendido lo que es la definición de contaminación acústica, lo siguiente será mencionar las consecuencias de ésta. Este tipo de contaminación ambiental afecta más que nada a la vida silvestre, pero al momento de afectar primeramente a esta, nosotros somos un objetivo secundario. Para empezar la contaminación acústica, obviamente se sabe, afecta la calidad auditiva de los seres humanos, pero en realidad afecta más a los animales, ya que muchos de ellos se guían por medio de sonidos y vibraciones, por ejemplo el apareamiento de aves, esto se refiere a que las aves emiten sonidos para llamar a su pareja, pero al verse involucrado el ruido de la modernidad, éstas tienen mayor dificultad en el apareamiento, lo que causa una reducción de nuevas crías y por consecuente en un escenario muy negativo, pero que ha llegado a ser verdad, la extinción de algunas especies. Y no solo en la fauna, sino que afecta en la flora, al causar un conflicto en la polinización de las plantas y la propagación de semillas.
Para esto hay solución, pero se tiene que empezar con cambiar un poco nuestro hábitos y estilo de vida, mencionaré algunos ejemplos y consejos: disminución del uso de automóviles, optando por utilizar el transporte colectivo o “carpooling”, lo que es organizar a un grupo con un mismo destino a usar un solo auto y rotándolo entre los participantes, así como usar el claxon solo cuando sea necesario. Adaptar un silenciador en automóviles y motocicletas. Reducir el volumen de la música en fiestas y reuniones, esto no solo causa contaminación acústica, sino que agudiza el estrés y las disputas entre vecinos. Establecer un horario estricto para obras públicas, utilización de bocinas para negocios así como para música en fiestas, con este horario, el medio ambiente podrá descansar al menos por cierto tiempo. El ruido apto para que un humano lo tolere sin riesgo alguno es de 90 dB, por lo que se debería crear una ley que prohíba el exceso de estos decibeles.
Tal vez sea difícil cambiar un estilo de vida, pero que mejor cambiarlo a tiempo y por decisión propia para salvar al medio ambiente, que tener que cambiarlo obligadamente a consecuencia de la destrucción de este en un futuro.
Bibliografía
-Educa tu mundo, fundación Mapfre:
-Ayuntamiento de Madrid:
-Vida más verde, por una cultura sostenible:


Nancy Priscila Bruster Flores 1510507
Omar Alejandro Salazar Torres 1565954
Esmeralda Denisse Guajardo Ortega 1549874
Jonathan Javier Tello Jaramillo 1646204

 


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