La
contaminación visual
Es un tipo de contaminación que parte de
todo aquello que afecte o perturbe la visualización de sitio alguno o rompan la
estética de una zona o paisaje, y que puede incluso llegar a afectar
a la salud
de los individuos o zona donde se produzca el impacto ambiental. La
contaminación visual también se refiere a los carteles de publicidad. Se
refiere al abuso de ciertos elementos “no arquitectónicos” que alteran la
estética, la imagen del paisaje tanto rural como urbano, y que generan, a
menudo, una sobreestimulación visual agresiva, invasiva y simultánea. Dichos
elementos pueden ser carteles, cables, chimeneas, antenas, postes y otros
elementos, que no provocan contaminación de por sí; pero mediante la
manipulación indiscriminada del hombre (tamaño, orden, distribución) se convierten
en agentes contaminantes.
Se desgasta la estética de dicho sitio o
paisaje, es decir, los lugares en donde abunda gran cantidad de aéreas verdes,
sin embargo, el hombre se encarga de destruirlos para crear un nuevo lugar para
su beneficio sin respetar la naturaleza, afectándolo totalmente. También se
puede mencionar que es todo aquello que distorsiona la visibilidad de algún
lugar, como pudieran hacer referencia los muchos letreros con avisos,
promociones, publicidad, etc. creando un exceso de ello.
Ahora se verán algunas causas por lo
cual se llevan a cabo este tipo de actividades, entre algunas de ellas se
pueden mencionar:
Tráfico
aéreo
Antenas
de televisión
Grafitis
Edificios
deteriorados
Basuras
o vertederos
Vallas
publicitarias
Todos estos elementos que causan la
contaminación visual influyen negativamente sobre el hombre y el ambiente disminuyendo
la calidad de vida. La cartelera publicitaria es el agente más notorio por su
impacto inmediato, que crea una sobreestimulación en el ser humano mediante la
información indiscriminada, y los múltiples mensajes que invaden la mirada. Así
el hombre percibe un ambiente caótico y de confusión que lo estimula,
provocándole una ansiedad momentánea mientras dura el estímulo. La simultaneidad
de estos estímulos a la que se ven sometidos, por ejemplo, los automovilistas,
pueden llegar a transformarse en disparadores de accidentes de tránsito. Dado
que pueden llegar a generar distracción, e incluso a imposibilitar la
percepción de las señales indicadoras de tránsito. Esta situación,
inevitablemente, actúa también en conjunto con los mismos medios de
comunicación, mimetizando los diferentes signos y señales a que se somete a los
individuos, camuflándose mutuamente y perdiendo fuerza la clara lectura
del mensaje.
Y así se podrían mencionar una gran
cantidad de ejemplos, así mismo estas causas traen por supuesto consecuencias o diversos daños,
como los siguientes: trastornos de atención, distracción al conducir, perdida
de la estética en determinado lugar, alteraciones en el sistema nervioso,
incluso estrés por la gran cantidad de colores y elementos, dolor de cabeza y
mal humor.
Equipo #3
Fernanda Valadez
Julia Huerta
Luis Vidal
Estefanía Venecia
Melisa Puente
Gina García
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