domingo, 16 de marzo de 2014

No dejes que nuestro futuro se seque.


No dejes que nuestro futuro se seque.

La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la desertificación (UNCCD) define la desertificación como el proceso de degradación de las tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. La desertificación ocurre en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas - donde las tierras son sumamente vulnerables, la vegetación es escasa y el clima es particularmente hostil.
Estas áreas están habitadas por una quinta parte de la población mundial.

¿Cuáles son las causas de la desertificación?

La desertificación tiene su origen principalmente en las variaciones climáticas y las actividades humanas, pero muchas otras causas pueden interactuar para crear las condiciones que conducen a la desertificación. Entre esas causas se encuentran el desplazamiento de refugiados durante los períodos de conflicto, la inapropiada utilización del suelo o gestión medioambiental, los factores socioeconómicos y políticos específicos.

-          Las variaciones climáticas: Las temperaturas que permanecen altas durante meses provocan sequías que impiden el crecimiento de la vegetación.

-          Las actividades humanas: que llevan a la desertificación están relacionadas principalmente con la agricultura:

-          El sobrepastoreo elimina la cubierta vegetal que protege el suelo de la erosión

-          El cultivo excesivo desgasta el suelo

-          La deforestación destruye los árboles que ligan la tierra al suelo. La leña es la principal fuente de energía doméstica para iluminar y cocinar en muchas zonas áridas.

-          Las prácticas inapropiadas de irrigación aumenta la salinidad, y algunas veces seca los ríos que alimentan grandes lagos: el Mar de Aral y el Lago Chad se han visto dramáticamente reducidos por esta razón.

-          La intensificación de las actividades humanas provoca el aumento del efecto invernadero, causando el calentamiento global. Es probable que las tierras secas sean especialmente vulnerables a los aumentos de temperatura durante el Siglo XXI.

¿Cuáles son las regiones más amenazadas?

En total, más de 110 países cuentan con tierras secas potencialmente amenazadas por la desertificación. África, Asia y América Latina son los continentes más amenazados por la desertificación.

·         África: Dos tercios del continente es desierto o zona árida. Comprende extensas zonas agrícolas áridas, de las cuales casi tres cuartos ya se han degradado en alguna medida. La región se ve castigada por graves y frecuentes sequías. Muchos países africanos dependen de sus recursos naturales para la subsistencia. La desertificación de África está fuertemente vinculada a la pobreza, la migración y la seguridad alimentaria.

·         Asia: Asia tiene unas 1.700 millones hectáreas de tierra, árida, semiárida y subhúmeda seca que van desde la costa mediterránea a las costas del Pacífico.
Las zonas degradadas incluyen desiertos crecientes en China, India, Irán, Mongolia y Pakistán, las dunas de arena de Siria, las montañas erosionadas de Nepal debido a las fuertes pendientes y la deforestación y sobrepastoreo de las regiones montañosas de la República Democrática Popular Lao. En cuanto al número de personas afectadas por la desertificación y la sequía, Asia es el continente más gravemente afectado.

·         América Latina y el Caribe: A pesar de ser conocida por sus bosques de tropicales húmedos, lo cierto es que América Latina y el Caribe comprende una cuarta parte de desierto y de zonas áridas. La pobreza y la presión sobre los recursos del suelo están ocasionando la degradación de la tierra en muchas de estas zonas secas.

¿Cómo podemos actuar ante esto?

ü  Restaurar y fertilizar la tierra: una manera simple y barata de fertilizar la tierra es preparar abono, que se convertirá en humus y regenerará la tierra con la materia orgánica.

ü  Combatir los efectos del viento: construyendo barreras y estabilizando las dunas de arena con especies de plantas locales

ü  Construcción de barreras (cercos) para prevenir el avance de las dunas de arena en Gour, África. Los cercos están construidos principalmente con el arbusto local (pyrothecnica leptadenia) o con las hojas de palma secas.
Control de la erosión mediante la plantación filas de hierba en pendientes empinadas.

ü  Reforestación: Los árboles desempeñan diversas funciones: ayudan a fijar la tierra actúan como cortaviento mejoran la fertilidad de la tierra ayudan a absorber el agua durante las fuertes lluvias. Los gases de invernadero aumentan peligrosamente con la quema de tierras y bosques. Por ello, la reforestación - plantación de árboles nuevos - puede ayudar a reducir los impactos negativos del cambio climático resultante.

ü  Desarrollar prácticas agrícolas sostenibles: La introducción del monocultivo ha acelerado el proceso de desertificación. Las zonas áridas albergan una gran variedad de especies que también podrían ser productos comerciales importantes: por ejemplo, proporcionan 1/3 de las drogas derivadas de plantas en Estados Unidos. La biodiversidad de la agricultura debe conservarse. La sobreexplotación de la tierra se podrá frenar si se deja "respirar" al suelo durante un cierto período tiempo, sin cultivos ni pasturas para el ganado.

ü  Los estilos de vida tradicionales: que se practican en muchas zonas áridas ofrecen ejemplos de vida armoniosa con el medio ambiente. En el pasado, el nomadismo se adaptó de una forma particular a las condiciones de las zonas áridas; moviéndose de un abrevadero a otro, nunca quedándose en la misma tierra, las poblaciones rurales no ejercían demasiada presión sobre el medio ambiente. Sin embargo, los estilos de vida cambiantes y el crecimiento demográfico ejercen cada vez más presión sobre los recursos escasos y los ambientes vulnerables. La Ruta de la Seda en Asia y la ruta Trans-Sahariana en África son buenos ejemplos de la eficacia de los intercambios económicos y culturales desarrollados por las sociedades nómadas.

 

La desertificación no es un problema aislado, sino que está plenamente relacionado con los cambios climáticos, la conservación de la biodiversidad y la necesidad del manejo sustentable de los recursos naturales. Los vínculos entre estos aspectos y los factores socioeconómicos son cruciales, pues la problemática de la desertificación es un síntoma de ruptura del equilibrio entre el sistema de recursos naturales y el sistema socio-económico que los explota.
 
Deforestación en México:  
 



 

Equipo 2: Carolina Gpe. Infante Galván.

Denis Eunice Robles Sánchez.

Viridiana Alonso Hdz.

Kenia Melissa Rdz. Estrada.

José Juan Iracheta Rdz.

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