No dejes que nuestro futuro se seque.
La
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la desertificación (UNCCD) define la desertificación como el proceso de degradación de las tierras
en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. La desertificación ocurre en las zonas áridas,
semiáridas y subhúmedas - donde las tierras son sumamente vulnerables, la
vegetación es escasa y el clima es particularmente hostil.
Estas áreas están
habitadas por una quinta parte de la población mundial.
¿Cuáles son las causas de la
desertificación?
La
desertificación tiene su origen principalmente en las variaciones climáticas y
las actividades humanas, pero muchas otras causas pueden interactuar para crear
las condiciones que conducen a la desertificación. Entre esas causas se
encuentran el desplazamiento de refugiados durante los períodos de conflicto,
la inapropiada utilización del suelo o gestión medioambiental, los factores
socioeconómicos y políticos específicos.
-
Las variaciones climáticas: Las temperaturas que
permanecen altas durante meses provocan sequías que impiden el crecimiento de
la vegetación.
-
Las actividades humanas: que llevan a la
desertificación están relacionadas principalmente con la agricultura:
-
El sobrepastoreo elimina la cubierta vegetal que
protege el suelo de la erosión
-
El cultivo excesivo desgasta el suelo
-
La deforestación destruye los árboles que ligan la
tierra al suelo. La
leña es la principal fuente de energía doméstica para iluminar y cocinar en
muchas zonas áridas.
-
Las prácticas inapropiadas de irrigación aumenta la
salinidad, y algunas veces seca los ríos que alimentan grandes lagos: el Mar de
Aral y el Lago Chad se han visto dramáticamente reducidos por esta razón.
-
La intensificación de las actividades humanas provoca
el aumento del efecto invernadero, causando el calentamiento global. Es probable que las tierras
secas sean especialmente vulnerables a los aumentos de temperatura durante el
Siglo XXI.
¿Cuáles son las regiones más
amenazadas?
En
total, más de 110 países cuentan con tierras secas potencialmente amenazadas
por la desertificación. África, Asia y América Latina son los continentes más
amenazados por la desertificación.
·
África: Dos tercios del continente es desierto o zona
árida. Comprende
extensas zonas agrícolas áridas, de las cuales casi tres cuartos ya se han
degradado en alguna medida. La región se ve castigada por graves y frecuentes
sequías. Muchos países africanos dependen de sus recursos naturales para la
subsistencia. La desertificación de África está fuertemente vinculada a la
pobreza, la migración y la seguridad alimentaria.
·
Asia: Asia tiene unas 1.700 millones hectáreas de
tierra, árida, semiárida y subhúmeda seca que van desde la costa mediterránea a
las costas del Pacífico.
Las zonas degradadas incluyen desiertos crecientes en China, India, Irán, Mongolia y Pakistán, las dunas de arena de Siria, las montañas erosionadas de Nepal debido a las fuertes pendientes y la deforestación y sobrepastoreo de las regiones montañosas de la República Democrática Popular Lao. En cuanto al número de personas afectadas por la desertificación y la sequía, Asia es el continente más gravemente afectado.
Las zonas degradadas incluyen desiertos crecientes en China, India, Irán, Mongolia y Pakistán, las dunas de arena de Siria, las montañas erosionadas de Nepal debido a las fuertes pendientes y la deforestación y sobrepastoreo de las regiones montañosas de la República Democrática Popular Lao. En cuanto al número de personas afectadas por la desertificación y la sequía, Asia es el continente más gravemente afectado.
·
América Latina y el Caribe: A pesar de ser conocida
por sus bosques de tropicales húmedos, lo cierto es que América Latina y el
Caribe comprende una cuarta parte de desierto y de zonas áridas. La pobreza y la presión sobre
los recursos del suelo están ocasionando la degradación de la tierra en muchas
de estas zonas secas.
¿Cómo podemos actuar ante esto?
ü Restaurar y fertilizar la tierra: una manera simple y barata de
fertilizar la tierra es preparar abono, que se convertirá en humus y regenerará
la tierra con la materia orgánica.
ü Combatir los efectos del viento: construyendo barreras y estabilizando
las dunas de arena con especies de plantas locales
ü Construcción de barreras (cercos) para prevenir el avance de las dunas
de arena en Gour, África. Los cercos están construidos principalmente con el
arbusto local (pyrothecnica leptadenia) o con las hojas de palma secas.
Control de la erosión mediante la plantación filas de hierba en pendientes empinadas.
Control de la erosión mediante la plantación filas de hierba en pendientes empinadas.
ü Reforestación: Los árboles desempeñan diversas funciones: ayudan a fijar
la tierra actúan como cortaviento mejoran la fertilidad de la tierra ayudan a
absorber el agua durante las fuertes lluvias. Los gases de invernadero aumentan peligrosamente
con la quema de tierras y bosques. Por ello, la reforestación - plantación de
árboles nuevos - puede ayudar a reducir los impactos negativos del cambio
climático resultante.
ü Desarrollar prácticas agrícolas sostenibles: La introducción del
monocultivo ha acelerado el proceso de desertificación. Las zonas áridas albergan una
gran variedad de especies que también podrían ser productos comerciales
importantes: por ejemplo, proporcionan 1/3 de las drogas derivadas de plantas
en Estados Unidos. La biodiversidad de la agricultura debe conservarse. La
sobreexplotación de la tierra se podrá frenar si se deja "respirar"
al suelo durante un cierto período tiempo, sin cultivos ni pasturas para el
ganado.
ü Los estilos de vida tradicionales: que se practican en muchas zonas
áridas ofrecen ejemplos de vida armoniosa con el medio ambiente. En el pasado, el nomadismo se
adaptó de una forma particular a las condiciones de las zonas áridas;
moviéndose de un abrevadero a otro, nunca quedándose en la misma tierra, las
poblaciones rurales no ejercían demasiada presión sobre el medio ambiente. Sin
embargo, los estilos de vida cambiantes y el crecimiento demográfico ejercen
cada vez más presión sobre los recursos escasos y los ambientes vulnerables. La
Ruta de la Seda en Asia y la ruta Trans-Sahariana en África son buenos ejemplos
de la eficacia de los intercambios económicos y culturales desarrollados por
las sociedades nómadas.
La desertificación no es un problema aislado, sino que
está plenamente relacionado con los cambios climáticos, la conservación de la
biodiversidad y la necesidad del manejo sustentable de los recursos naturales. Los
vínculos entre estos aspectos y los factores socioeconómicos son cruciales,
pues la problemática de la desertificación es un síntoma de ruptura del
equilibrio entre el sistema de recursos naturales y el sistema socio-económico
que los explota.
Equipo 2: Carolina Gpe.
Infante Galván.
Denis Eunice Robles
Sánchez.
Viridiana Alonso Hdz.
Kenia Melissa Rdz. Estrada.
José Juan Iracheta Rdz.
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